A las 11 de la mañana del viernes 22 de octubre, hacía su aparición estelar en las obras de construcción del nuevo centro de salud de Aluche la Presidenta de la Comunidad de Madrid, acompañada, entre otros muchos, por el Consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, y la Concejala del distrito de Latina, Begoña Larrainzar. Dicen que venían a colocar la primera piedra del nuevo centro, cuando las obras comenzaron el pasado mes de agosto y el edificio está a medio construir, pero a la hora de sacar tajada electoral, la vergüenza se pierde pronto.

Y sobre todo en este caso, cuando se vienen a vender un mérito que no les pertenece, porque no hay que olvidar que la Comunidad de Madrid no tenía intención de levantar este centro, y sólo después de las manifestaciones que se hicieron en el barrio, de la campaña de recogida de quejas y las numerosas denuncias en los medios de comunicación, no tuvieron más remedio que rectificar para que no se les cayera la cara ante la demostración de que los vecinos de Aluche teníamos que soportar uno de los peores centros de salud de toda la Comunidad. Y la prueba de la improvisación es que tuvieron que recurrir a la empresa pública ARPROMA porque no habían destinado presupuesto para este centro.

Como de costumbre, y a pesar de ser un logro vecinal, ningún representante de los vecinos de Aluche estaba invitado al multitudinario acto festivo. Porque Aguirre no vino sola, vino acompañada por un montón de personas con traje, corbata y vestido de gala, con lo que suponemos que, tratándose de un acto que se celebraba en plena jornada laboral debía de tratarse de una enorme delegación de liberados sindicales.

Porque vecinos del barrio había muy pocos, poquísimos. Y la mayoría de los que había recibieron a doña Esperanza con gritos, abucheos y pancartas con lemas como «Mentirosa, hospital en terrenos cárcel de Carabanchel”, «hospital ya». .

Obviamente, la protesta pretendía recordar a la Presidenta que no vamos a permitir que incumpla su promesa electoral, ya que se comprometió con los vecinos a construir un hospital en los terrenos de la antigua cárcel y ahora da marcha atrás, justificándose para ello en un nuevo acuerdo para el uso civil del Gómez Ulla que, no sólo no es nuevo, ya que es similar a los firmados en 2004 y 2007 que nunca se cumplieron, sino que además, en caso de que finalmente se cumpla, no suple ni de lejos las necesidades de los dos distritos más poblados de Madrid, y estaría muy por debajo de la solución que ofrecería la construcción del nuevo hospital en Carabanchel.

Pero como ya hemos dicho, los vecinos no estaban invitados al acto. El exagerado despliegue policial impidió que pudieran estar presentes en el acto de colocación de “primera piedra” (de la segunda planta). En algunas declaraciones que hemos podido leer, Aguirre ha echado la culpa al ministro Alfredo Pérez Rubalcaba porque “no le cede los terrenos”. El acto ha concluido con la jefa del Ejecutivo regional abandonando el barrio entre gritos de «¡Sanidad pública!» y «¡Queremos ya un hospital!”.

En las próximos días la Coordinadora Vecinal de Latina y Carabanchel va a buzonear miles de ejemplares de un boletín que explica claramente la situación del hospital de Carabanchel y de la promesa incumplida de la Presidenta. Además, en el interior hay una carta que todos los vecinos pueden firmar para dirigírsela a Aguirre. También se están preparando actos de protesta que se desarrollarán a los largo del mes de noviembre y que pretenden que la dignidad de los vecinos se mantenga por encima de las mentiras.